miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Que hacés el domingo 24 de Octubre?

Hasta no hace mucho pensaba yo que “mi lugar en el mundo” era la playa “La Balconada” en La Paloma, Uruguay. Una playa reparada, orientada al sur y que en los atardeceres de verano presenta el espectáculo impagable y gratuito del sol sumergiéndose en el mar. Y agradeciendo esa luminosa reverencia actoral al cabo de la diaria función, turistas y locales lo despedimos hasta el día siguiente con un cerrado aplauso.
Pero Capilla del Monte me tenía reservada una alternativa más que válida. Porque el espejo del Dique El Cajón y el fondo del Uritorco teñido de los rojos crepusculares, debe ser otra de esas obras cumbre de la Naturaleza.
Muchas veces me llego hasta la orilla a “escuchar el silencio” , a sentirme nada y todo a la vez en conjunción con el paisaje. A paladear con los ojos cada rayo de luz, cada color . A admirar  la elegancia de las garzas, sonreír con las zambullidas de los patos, sorprenderme en cada salto de algún pez.
Pero…¿cómo podemos los humanos ser capaces de insultar, de blasfemar con basura el rostro del Creador , de la manera que lo hacemos en las costas del lago?  Y hasta me parece bien que la Municipalidad de Capilla del Monte no haga nada al respecto, para que así quede expuesta nuestra desidia, nuestra incultura, nuestra impasible brutalidad… Siento vergüenza de ser humano.

Movido por este sentimiento que sé que es compartido por muchos, me animo a “hacer punta” y convocarlos para que, juntos podamos devolver a la costa del lago, algo de lo que nos brinda. Se me ocurrió el domingo 24 de octubre como el día para “juntarnos para juntar” la basura. Basura tan ajena como propia de humanos que consumimos gaseosas, latas, botellas, tetra-briks, bolsitas etc. Mirá:




¿Que hacés el domingo 24 de Octubre?

martes, 21 de septiembre de 2010

Hoy es Primavera

Hoy fui de paseo al río
para decirle mi adiós
al invierno largo y frío,
a la gripe y a la tos.

Hoy los árboles comentan
en su idioma tan florido,
que casi sin darnos cuenta
algo bueno ha sucedido.

Ya los días son más largos
y mi tortugo Carlitos
despertó de su letargo
bostezando despacito.

Y también los pajaritos
con su canto matutino,
festejan el calorcito
entre gorjeos y trinos.

Y yo también canto y río
sin motivo ni razón
y explota en el pecho mío
este viejo corazón.

Cuánta magia y sentimiento,
valió la pena la espera.
Soy feliz y te lo cuento
porque hoy es Primavera…
 Sergio Cuello