Llega el lorca y con el yeite de las fiestas
Pintó el bajón amurado entre las sierras
el chabón es general en propia guerra,
cargando por fusil, su bobo a cuestas.
Y se extraña por las calles de Floresta,
el compás de su porteño taconeo.
Nunca taita ni poeta, apenas reo.
Fracasado de la timba, escolasero,
perdedor de pase inglés, de monte y tute,
pretensioso cajetilla y farabute.
Otra vuelta pa´l escabio y el manduque
con el cui-cui que el bichoco de la zurda.
se manque y deje a pie en alguna curda,
va este verso como un último retruque,
ya bien breca por petardos y batuque.
Cansado de cinchar, del yugo diario
le cortó la ultima hoja al calendario.
Pero el festejo a la final lo pone triste,
y el Dogor que te brinda con alpiste,
ese del cura, el del canuto del armario.
Pero el punto nunca olvida a los gomías
que le dieron los conchabos y garufa.
Y por eso va sacándose la mufa,
recordando las pasadas alegrías,
con los viejos, con los primos y las tías.
Por eso va el saludo y el calor,
de este rante devenido en trovador,
que no olvida sus raíces ni el lunfardo.
Va el abrazo bien sentido de este bardo
que bien te manya y te desea lo mejor.
Isa.
Sergio Cuello